25N: Educar para reconocer, prevenir y actuar frente a las violencias digitales.

La fecha, instaurada por las Naciones Unidas en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas en 1960 por la dictadura de Trujillo, invita cada año a reflexionar sobre una problemática que continúa afectando a mujeres y niñas en todo el mundo.

Poder comprender la importancia de esta conmemoración, implica reconocer que la violencia por motivos de género no se limita al ámbito doméstico o físico. Por el contrario, adopta múltiples manifestaciones y se adapta a los cambios sociales, lo que en los últimos años ha impulsado su expansión hacia el entorno digital. En ese espacio, la violencia adquiere nuevas formas y presenta riesgos que requieren respuestas actualizadas y un abordaje con perspectiva de género.

En un contexto cada vez más atravesado por la tecnología, diversas organizaciones internacionales alertan que la violencia digital contra mujeres y niñas se intensifica año tras año, mientras que una parte importante de ellas carece de protección jurídica efectiva frente a estas agresiones. Este tipo de violencia comprende prácticas como el ciberacoso, la difusión no consentida de contenidos íntimos, la suplantación de identidad, la vigilancia digital, el hostigamiento en redes sociales y el envío de amenazas mediante plataformas en línea. Todas estas conductas tienen impacto real en la vida de quienes las padecen y reproducen los mismos patrones de desigualdad y discriminación presentes en otros ámbitos.

Frente a este escenario, la educación adquiere un rol esencial. Desde el Colegio Universitario IES entendemos que formar no solo implica transmitir conocimientos, sino también construir ciudadanía, promover pensamiento crítico e impulsar reflexiones que permitan identificar desigualdades y prevenir situaciones que vulneren derechos. Incorporar la perspectiva de género en la experiencia educativa significa reconocer cómo se reproducen los estereotipos en el entorno digital y de qué manera pueden derivar en prácticas de control, hostigamiento o discriminación.

Acompañar a nuestros alumnos, docentes y equipos de trabajo en la construcción de entornos seguros, tanto presenciales como virtuales, constituye un compromiso institucional que orienta nuestras acciones y reafirma nuestro propósito educativo: promover vínculos respetuosos, igualitarios y libres de violencias.

En el marco del 25 de noviembre,  IES renueva su responsabilidad de impulsar espacios formativos donde la igualdad y el respeto sean pilares fundamentales. Poder reflexionar sobre la violencia digital también implica reconocer que la tecnología debe ser una herramienta para ampliar derechos y nunca para vulnerarlos.

Sabemos que construir una comunidad educativa libre de violencias es una tarea colectiva, cotidiana y sostenida; desde la educación seguimos apostando a ese camino.