Lucas Gabriel Godoy es alumno de la Carrera de Agronegocios y llevó a cabo un trabajo práctico basado en un cultivo de Forraje Verde Hidropónico. El FVH es el resultado del proceso de germinación de granos de cereales o leguminosas (maíz, sorgo, cebada, trigo, alfalfa, entre otros) sobre charolas de plástico 100% reciclables.
Este procedimiento permite la producción intensiva de forraje fresco en charolas sin necesidad de depender del clima, para animales de trabajo o engorde, ya sean vacas, caballos, cerdos, borregos, conejos o gallinas, que maximiza el aprovechamiento de espacio y de recursos, con muy buenos resultados.
El proceso se realiza en un periodo de 7 a 14 días, captando energía solar y asimilando los minerales de la solución nutritiva, en ambientes controlados para lograr un óptimo desarrollo. Entre esa cantidad de días ya se puede cosechar. Lucas aclaró que “es importante tener en cuenta que este es el momento óptimo con mejor calidad, si se deja pasar tiempo hasta que se entrega al ganado, probablemente la calidad sea inferior”.
“Hay que recordar que para la producción de Forraje Verde Hidropónico no se utiliza ningún sustrato, solamente semilla forrajera, charola forrajera, una solución nutritiva adecuada para la producción del forraje y agua", aclaró el alumno.
Las ventajas que presenta el forraje verde hidropónico son:
Lucas nos contó el paso a paso para llevar a cabo un cultivo de Forraje Verde Hidropónico:
Primero hay que disponer de una charola o bandeja forrajera, de poliestireno con dimensiones de 50x25cm para utilizar como recipiente. Él llevó a cabo el proceso con semillas de trigo y avena que depositó en un mismo recipiente, donde ambas tuvieron la posibilidad de abastecerse de agua, sin competencia.
"La semilla utilizada fue una pura, sin variabilidad en la información genética, lo cual fomenta la biodiversidad y brinda una pastura 100% pura, libre de agroquímicos", dijo.
Luego llevó a cabo la nutrición con agua, aplicando rociador y dando 16 horas de luz (entre luz natural y luz artificial) al recipiente con las semillas. Posteriormente hizo el proceso inverso sin luz por 6 u 8 horas, sin agroquímicos.
Cabe destacar que "no se utilizaron fertilizantes y la fotosíntesis se logró luego del tercer día, siempre controlando humedad, agua y una temperatura entre los 18 y 26 grados (temperatura ambiente)", detalló Lucas.
Una vez el tallo llegó a medir unos 20 cm aproximadamente, estuvo listo para ser dado a los animales, ya que ahí obtienen la mayor cantidad de nutrientes.
"El producto tendrá muy buenas propiedades nutritivas y de excelente calidad para los animales", aseguró el alumno de Agronegocios.
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