La experiencia llevada adelante por países que
lograron
desarrollarse desde los años 50 del siglo pasado hasta nuestros
días, indican
que la Educación Técnica Profesional (ETP) fue fundamental para el
crecimiento
de sus economías, el desenvolvimiento de su sociedad, y la
evolución de sus recursos
humanos.
Algunos ejemplos destacados son los de Estados Unidos, Corea del Sur, Alemania, Gran Bretaña, Francia y en general todos los países conocidos como los “tigres del sudeste asiático”, además de otros países europeos.
Todas las economías necesitan de profesionales de grado, hoy además, se exigen muchos profesionales de post grado, sobre todo en ámbitos de educación o en tecnologías muy sensibles como la atómica, la aeroespacial, las comunicaciones, y en áreas de investigación. Sin embargo, la Formación Técnica Profesional, sigue siendo la pata floja en las políticas educativas de los países en vías de desarrollo.
Tal vez, el ejemplo más simple y repetido en nuestro país se refiere a la necesidad de recursos humanos en informática. Según datos de la industria y del propio estado, la necesidad es cercana a los 10.000 profesionales en los próximos 2 o 3 años. Sin embargo, no se dice que esos profesionales para el desarrollo de áreas productivas y de servicios deben ser todos ingenieros o licenciados. Sólo un porcentaje debería serlo. La mayoría de los puestos pueden ser cubiertos por técnicos superiores.
En ese sentido, formar un profesional de grado tiene un costo mucho mayor en términos económicos, de esfuerzo y de tiempo, tanto para las familias de los futuros profesionales, como para el estado, que formar a un Técnico Profesional. Además si a esto se le suma un proceso de articulaciones que permita a ese técnico proyectarse en un proceso de educación continua, hasta alcanzar las capacidades que necesita según las exigencias del mercado laboral, o de sus deseos; estamos ante un hecho virtuoso donde la Educación Técnica Profesional adquiere una dimensión estratégica, en el desarrollo del país y la región.
Muchas veces se toma a la ETP como la “cenicienta” del sistema educativo, pero los ejemplos que se extraen de los países desarrollados nos dan otra respuesta.
La ETP tiene por objetivo fortalecer y empoderar a la sociedad para que esta sea más competitiva y sostenible. El desarrollo sustentable de un país se logra en la medida que la comunidad recibe una educación pertinente, que garantice su participación en la fuerza laboral. Entendiendo a la Educación como una necesidad para el desarrollo humano de la sociedad, que asimismo responda a los requerimientos de las demandas de las organizaciones.
Actualmente vivimos en la a sociedad del conocimiento, y la Educación Técnica Profesional es la llave para agregar valor a la cadena de producción de las empresas, con un capital humano integral, de calidad y con valores. En eso estamos trabajando en Colegio Universitario IES desde hace más de 30 años.
Por: Fabián Tavella
Director de Comunicación
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